viernes, 21 de septiembre de 2012

De amores e ingenuidades.

Hace poco reviví por una experiencia ajena algo que me pasó ya hace mas de dos años, pero que marcó mi vida para siempre y de cierta manera me afectó.
Estaba en el colegio, por cosas de la vida y creerme muy arriesgada hice un pacto, del cual ya no me arrepiento pero que tonta logré ser, el caso es que como resultado tuve que decirle a un tipo que me gustaba, y yo en medio de mi ingenuidad lo hice, sí, se lo dije, ¡que inocente!, el tipo quedó impactado por mi confesión y lo único que hizo fue decirme que todo lo que uno sentía debía decirlo, así no mas, así de insensible y se fue, ese día fue el peor de todo ese año, además de que trajo una serie de cosas aún mas desastrosas.
Me sorprende lo que uno puede llegar a hacer cuando gusta de alguien, la razón se pierde y la ingenuidad sale a flote, ¿cómo es posible que uno no mida consecuencia de sus actos? y por eso es que le pasan a uno las cosas, luego aparece la tusa y tiene que pasarla solo porque que mas se puede hacer.
Y eso no es lo peor, porque luego pasa el tiempo y uno se vuelve a sentir atraído por alguien pero definitivamente el demostrarle algo ya no existe como posibilidad, se elimina por completo de la mente, es que créanme que eso arruina toda expectativa de tener algo bonito con alguien, porque uno tiende a generalizar y pues si, empieza a creer que todos son iguales y van a hacer lo mismo. Después de eso es complicado no cerrar y esconder sus sentimientos a todo el que quiera entrar a la vida de uno, es que ¿porque la gente la embarra tan feo?, lo convierte a uno en un miedoso y cerrado. Pero bueno, así son las cosas, y toca superarlas porque que mas, no es fácil pero que mas se hace, todo eso pasa por la tonta ingenuidad y no saber medir la situación, aunque en realidad para mi nunca ha sido fácil hablar de eso, que bien se siente por fin hacerlo y de ésta manera, de eso se trata poder dejar todo en el pasado y AVANZAR.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Nunca será lo mio

Eso de sentirse atacada no es lo mio, tal vez muchas cosas me las tomo muy personales, pero es que cuando durante muchos años te acostumbras a recibir y reprimir críticas y esas cosas, luego te pasa que explotas de la nada y de la peor manera; y aprendes que nada de eso es bueno. Entonces llega el momento en que te vuelves a sentir ahogada por la gente y ya no sabes que hacer, ya no sabes como reaccionar ni que pensar, escuchas que te acusan y hablan de ti sin ser cierto, y explicar no sirve de nada porque al parecer son mas tercos que tu y no quieren entender.
Lo peor no es eso, cuando estás en esa situación no encuentras con quien desahogarte ni la manera de hacerlo, es por eso que empiezas a reprimir, y a guardar todos esos malos pensamientos y malas energías, te conviertes en una taza de café que se va llenando hasta que se reboza y no puede contener más en su interior, y al rebozarse afecta a las demás personas en el momento menos indicado.
Pero bueno, tal vez por algo debe ser, o algo estás haciendo mal o simplemente eres un buen blanco para que se desahoguen en ti, y su intención no es hacerte sentir mal aunque si lo estén logrando. Ni idea, algún día lo sabré, mientras tanto seguiré diciendo, que sentirse atacada, nunca será lo mio.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Ilusiones al aire.

Una noche, frío y soledad. Así comienza la historia. Ella esperando una palabra de aquel hombre, y él esperando lo mismo de otra mujer.
De esa forma todo inicia. La noche, la luna, la música, la melancolía y ella.
No sabe si siempre los escoge así o simplemente se le olvidó ponerle a los hombres un aleatorio. Siempre los conoce iguales, será destino o mejor mala suerte?.
Ella se cansa de tanta monotonía, y de esperar que alguien se preocupe por alguna estupidez. Él, ¿quien sabe que piensa?, en realidad nadie lo sabe, ni él mismo.
La noche, la lluvia, el ambiente propicio para una buena charla, de temas poco interesantes pero curiosidad por la vida del otro.
Aun así, simplemente, ella sigue esperando palabras de ese hombre y él sigue soñando un amor con otra mujer.

sábado, 7 de julio de 2012

Caminos entre letras: Deteniendo el tiempo.

En un lugar del cual no recuerdo el nombre, mientras veía la gente pasar me puse a pensar en lo rápido que corre la vida y la aceleración que las personas le imprimen a esta misma. Pero en este momento no sé qué hacer conmigo, veo que el tiempo corre tan rápido y que no puedo hacer nada, me hago tan viejo y mis sueños aún no se realizan, no entiendo en esta rapidez como ella saca tiempo para reír y vivir. Yo siento que ya no siento, que la velocidad me aplaca, que el afán me cansa, le pregunto a ella: ¿todo está perdido?, y ella con calma responde “nada, nada está perdido, queda mucho por hacer, ¿no ves que sigo aquí?, el tiempo puede avanzar sin poder ser medido, pero aquí estoy, intentando que no sea tan rápido o que al menos podamos disfrutarlo, ¿a que le tienes tanto miedo?”.
Yo afanado respondo: “Tengo miedo que el tiempo no alcance, que mi tiempo contigo se vaya, que todo lo que planeo para los dos se desvanezca”. Ella con la ternura que la caracteriza, me besa y me dice: “Relájate X nosotros creamos nuestro tiempo, no hay razón para afanarse por un futuro impredecible, lo único que nos debe interesar es que estamos aquí, en un lugar donde podemos actuar a nuestro modo y moldearlo cuantas veces se nos antoje. No tengas miedo, aquí estoy, aquí estás y con eso es suficiente para estar bien”.
Levanto mi taza, bebo un sorbo de café mientras miro como un mechón de su cabello cae frente a esos ojos claros que tanto me hipnotizan. Han pasado más de dos minutos sin hablar pero yo ya no mido el tiempo, tan solo quiero con una mirada decirle que la amo, que ha sido lo mejor que he tenido, que junto a ella el miedo desaparece y el afán se esfuma, que ni las palabras son suficientes para expresar lo que siento, y por eso me esmero tanto en demostrarlo con cada beso, con cada caricia, con cada momento, hacerle saber que no la quiero dejar ir y que a pesar de Los altibajos en la loca relación que llevamos juntos, no soy tan estúpido para dejarla ir.
Mis palabras rompen el silencio de Z y ella deja caer una brillante lágrima por su rostro que acaricia una sonrisa antes de caer, y ser recogida por mí. Pongo el mechón de Z atrás de su oreja y con un beso sello una promesa de amor en aquel lugar cuyo nombre no recordé. Salimos del lugar sin rumbo fijo, caminamos de la mano, ya sin miedos, sin dudas, sin nada que nos ate a la tristeza, sin mirar atrás ni adelante, solo mirándonos entre nosotros, con la confianza de que lo que está por venir será bueno mientras estemos juntos y haya amor. Recordando que el tiempo es eso que estamos viviendo, no es antes no será después, es ahora, y que vale la pena darse cuenta que cualquier momento puede ser eterno, mientras se esté siendo feliz de la forma que sea, y que para serlo solo tienes que detener un momento tu camino, parar tu tiempo, cerrar los ojos, y ver como la mirada de ella se encuentra con la tuya y sin articular palabra te dice: Te amo.

lunes, 14 de mayo de 2012

Carta para nadie.


Al fin, te veo a mi lado, puedo sentir esa compañía que siempre he anhelado, estás ahí abrazándome para no dejarme ir, sin miedo a lo que la gente pueda pensar.
Estás conmigo, como si nos conociéramos de siempre, hablando sólo como tu y yo podemos hacerlo, de tantas cosas que sólo para nosotros tienen tanto sentido.
Te encuentras tan cerca, como siempre lo quise y jamás pensé lograrlo, te puedo sentir tan fuerte y tan tierno, como sólo tú lo eres y me siento tan segura como solo tu logras hacerme sentir.
Éste es de aquellos momentos que nunca quisiera dejar escapar, pero se escurre entre mis manos sin poderlo evitar, pero aún así lo disfruto como si supiera que será el único.
De repente se oyen fuertes y extraños gritos, los de la realidad, me despierto y me doy cuenta de que tan sólo fue un sueño, de que tal vez jamás existas y de que no se, si por lo menos en algún otro sueño te pueda volver a ver.

jueves, 26 de enero de 2012

Amor secreto

Él, un joven lleno de optimismo y energía frente a la vida.

Ella, una mujer indecisa e insegura.

Ellos, una pareja inestable, que no tenían un rumbo fijo pero aún así unidos por el gran amor que se profesaban.

Él todo el tiempo le imploraba que de una vez por todas aceptara ante el mundo lo que sentía, ya que él ya había decidido afrontar sus sentimientos, lo cual no era tan fácil porque toda su vida había sido un hombre poco serio, pero esta vez estaba dispuesto a hacer todo por ese amor.

Ella no sabía qué hacer, sacaba cada vez una mejor excusa para intentar aplazar ese momento, aunque estaba muy segura de lo que sentía, tenía miedo, ese miedo que a muchos nos invade y nos hace tan infelices. Ella no quería aceptar las cosas, porque tal vez al hacerlo ese pequeño mundo de fantasía se destrozaría en segundos dejando heridas incurables. Le pedía a él todo el tiempo que no le rogara más, que el amor secreto era mejor y menos rutinario, pero él seguía insistiendo, quería gritarle al mundo tanto amor que tenía guardado.

Aparentemente ellos eran tan felices con su amor poco normal, escondido de la sociedad, ella tan feliz de que la tan temida monotonía no los afectara; mucho menos las críticas de las clases sociales, pero él guardaba en su corazón un vacío y el temor de que todo se desvaneciera rápidamente.

Luego de mucho tiempo, ella accede a darle el gusto a su amante de gritar ese preciado secreto, tan sagrado y puro; él feliz no ve la hora de por fin cumplir su tan anhelado deseo. Y por fin lo cumplen, le cuentan al mundo entero su felicidad, como era de esperarse muchos lo reciben muy bien, otros no tanto, pero ellos eran tan felices que nada de eso los podía afectar, ni acabar con esa satisfacción.

Pasan los días, esa felicidad se va desvaneciendo con el tiempo, ella en secreto aún teme no volverlo a ver y al parecer es así; él ya no se ve tan feliz su sonrisa se ha desdibujado de su rostro notoriamente y del rostro de ella también, ambos sufren en silencio, han dejado que su amor se desgaste por la sociedad con su envidia y aquellos que al verlos en la calle los miran con desdén, pero también el aburrimiento e indiferencia los ha afectado.

Sin saber qué hacer, sin mencionar una sola palabra entre ellos después de mucho tiempo, deciden romper esa barrera y enfrentar su destino, deciden seguir cada uno en soledad, separar sus cuerpos luego de tanto amor prometido, dejar que el tiempo decida lo mejor para cada uno de ellos, mientras que emprenden un nuevo camino lejos del otro.

No todos tienen un final feliz, mucho menos los amores que tanta estabilidad aparentan, ellos con sus vidas tan diferentes y separadas, lograron ser felices aunque con ese sentimiento vacío que sus almas; que compartieron una vez y de la misma manera partieron, dejaron para siempre.

jueves, 20 de octubre de 2011

Espera indecisa

Espero, espero y espero el momento.
Este llega y ¿qué hago yo?
Solo arruinarlo.
Pero, lo hago sin propósito, sin pensarlo.
Tal vez, tengo miedo de aprovechar y no ser lo que esperas.
¡Fíjate! Soy una persona
Tengo miedo de arriesgarme.
Muchas veces he caído y me he levantado, no ha sido fácil.
Aun todas las heridas no se terminan de sanar.
¿Y si me arriesgo? ¿Se abrirán más? ¿O será lo que nadie esperaba? ¿Saldrá bien? ¿O será tan solo un intento fallido más?
Me encuentro en un círculo vicioso, ¡el miedo se apodera de mí!
Tú esperas que deje seguir el momento, que no lo dañe,
Crees que yo sé jugar este juego a la perfección
Pero no te das cuenta de que aun nadie me ha enseñado a jugarlo.
No quiero que al final de la carrera sea quien pierda, y me quede con las manos vacías.
No quiero seguir arruinando los momentos, quiero intentar continuar aun si al final de todo me caiga.
No quedare con la duda de lo que no fue y pudo haber sido.
Enséñame a jugar este juego, sin importar quienes sean los ganadores o que premios obtenga en el camino,
Solo quiero aprender e intentar dejar de cometer los errores,
De los que siempre me arrepiento.