Al fin, te veo a mi lado, puedo sentir esa compañía que
siempre he anhelado, estás ahí abrazándome para no dejarme ir, sin miedo a lo
que la gente pueda pensar.
Estás conmigo, como si nos conociéramos de siempre, hablando
sólo como tu y yo podemos hacerlo, de tantas cosas que sólo para nosotros
tienen tanto sentido.
Te encuentras tan cerca, como siempre lo quise y jamás pensé
lograrlo, te puedo sentir tan fuerte y tan tierno, como sólo tú lo eres y me
siento tan segura como solo tu logras hacerme sentir.
Éste es de aquellos momentos que nunca quisiera dejar
escapar, pero se escurre entre mis manos sin poderlo evitar, pero aún así lo
disfruto como si supiera que será el único.
De repente se oyen fuertes y extraños gritos, los de la
realidad, me despierto y me doy cuenta de que tan sólo fue un sueño, de que tal
vez jamás existas y de que no se, si por lo menos en algún otro sueño te pueda
volver a ver.